TEORÍA
Renunciar a lo que quieres, te da lo que quieres
En pasados artículos hablábamos sobre el refuerzo y en las propiedades que estos tienen para crear conducta.
Como ya sabéis, los comportamientos se pueden reforzar con refuerzo primario, que eran aquellos que tienen un valor intrínseco, por naturaleza, son reforzantes y no es necesaria una experiencia previa como son: el alimento, la temperatura, el agua, el sexo.
O con refuerzos secundarios: o refuerzos condicionados, ya que su valor viene dado por un historial de asociación con un refuerzo primario u otros secundarios como: caricias, juguetes, palmadas, etc.
Recordamos entonces que también mencionamos la posibilidad de reforzar un comportamiento con otro.
Es aquí donde entramos en lo que se conoce como Principio de Premack.
David Premack es un psicólogo estadounidense que, en 1965, señaló que ante la presencia de dos estímulos, el que tiene mayor probabilidad refuerza al de menor probabilidad.
Dicho de otra manera, un comportamiento deseado, “fácil” y bien conocido se puede utilizar para reforzar un comportamiento “difícil” y/o poco frecuente, de ahí que se conozca también como principio de probabilidad diferencial.
Queremos recalcar que esta técnica funciona siempre y cuando el comportamiento deseado sea la contingencia del comportamiento “difícil” o poco frecuente y no al revés.
En ocasiones podemos cometer errores, como pedir un comportamiento a nuestro animal y le reforzarle realizando otro comportamiento sin pensar realmente si el comportamiento que hemos pedido es realmente reforzante, o bien porque tiene un histórico de refuerzo muy alto o bien porque sabemos que es un comportamiento deseado por nuestro animal y de alta probabilidad.
De pronto, ese segundo comportamiento es realizado por nuestro animal con latencia, bajo criterio e incluso rehusado, y nos encontramos con una situación en la que no hemos reforzado ni el primer comportamiento que deseábamos reforzar, ni el segundo que queríamos utilizar como una gran herramienta de refuerzo. Como resultado, la calidad de nuestra sesión y la motivación de nuestro animal empiezan a disminuir.
En nuestro día a día encontramos multitud de ejemplos, la mayoría se aplica sobre todo en psicología infantil, personas con autismo, etc. Sin embargo, nosotros nos centraremos en el mundo animal y daremos algún ejemplo.
Tenemos un guacamayo que desea estar con otro y necesitamos separarlos para realizar una sesión. Imagina que realizando aproximaciones consigues separarlos, es entonces cuando puedes reforzar esa respuesta uniéndolos de nuevo.
En resumen, «si renuncias a lo que quieres, te doy lo que quieres».
El animal ha realizado un comportamiento poco probable (separarse de su compañero) y nosotros le reforzamos con un comportamiento de alta probabilidad (estar con su compañero).
Otro ejemplo puede ser un león marino que se baja de su sitio continuamente durante una sesión para irse al agua. Irse al agua es la conducta de alta probabilidad, así que si entrenamos a nuestro león marino a permanecer en su sitio y trabajamos la durabilidad de ese comportamiento reforzándole con la acción de ir al agua, podemos progresivamente ir equilibrando la balanza hacía el lado que deseamos, que es que nuestro animal permanezca con nosotros durante toda la sesión.
Así, con el tiempo, las nuevas conductas que tuvimos que reforzar al principio con conductas de alta probabilidad, van progresivamente consolidándose y finalmente no necesitan continuamente ese refuerzo inicial para que sigan estando en el repertorio de nuestro animal.
Por tanto, lo primero que debemos hacer como entrenadores para saber aplicar el principio de Premack en nuestro programa de entrenamiento, es conocer a nuestro animal y prever que conducta prefiere realizar en cada situación.
En WeZooit pensamos que la manera de averiguar que desea nuestro animal en cada momento a veces es complicada y otras veces sin embargo, es más sencillo de lo que pensamos y simplemente debemos esperar a ver qué conducta es la que más se repite.
Es importante que nuestro animal no se anticipe a la conducta probable que nosotros mismos queremos ofrecerle, de lo contrario estaremos reforzando precisamente el comportamiento que no deseamos.
Y recuerda, si se puede… WeZooit!