PERROS
Extinción: manejo de conductas no deseadas
Cuando entrenamos con animales existen, como ya sabéis, diferentes métodos para modificar una conducta, pero cuando hablamos de conductas no deseadas, una estrategia posible dentro del gran abanico que encontramos para eliminar una conducta es mediante un concepto que conocemos como extinción.
La extinción se refiere al proceso de reducir o eliminar un comportamiento que ha sido previamente reforzado. Esto significa que tras omitir el refuerzo gradualmente disminuirá y finalmente desaparecerá.
Cuando nos enfrentamos al desafío de extinguir un comportamiento que ha sido previamente reforzado, es crucial comprender los posibles desencadenantes y consecuencias asociados con la extinción. En algunos casos, este proceso puede generar frustración en el animal, llegando incluso a provocar agresión. Es durante esta fase final de la extinción, conocida como estallido de extinción o burst de extinción, cuando se observa un aumento en la intensidad y/o frecuencia del comportamiento antes de que finalmente disminuya.
Tenemos que tener en cuenta, que la falta de refuerzo de un comportamiento previamente reforzado puede resultar aversiva para el animal. Esta frustración puede manifestarse a través de conductas agresivas, ya sea dirigidas hacia los cuidadores, otros animales o hacia su entorno en general. Es importante tener en cuenta que la agresión es un comportamiento que no debe ser condicionado intencionalmente con el propósito de utilizar posteriormente la extinción como método de modificación conductual. En lugar de eso, se deben emplear enfoques alternativos y más seguros para abordar la agresión en los animales, como la modificación del entorno, el uso de refuerzo diferencial de conductas alternativas y sobre todo la consulta con especialistas en comportamiento animal.
Imaginemos que tienes un perro que ha sido reforzado al lado de la mesa pidiendo comida. Cada vez que el perro se acerca a la mesa, le das un pedazo de comida como refuerzo. Sin embargo, decides que este comportamiento no es deseado y quieres extinguirlo.
Podrías comenzar el proceso de extinción al no reforzar más la conducta del perro. Cuando el perro se acerca a la mesa y pide comida, simplemente ignoras su comportamiento y no le das comida. Al principio, es muy posible que el perro intente aumentar la intensidad o frecuencia de su comportamiento, como ladrar o saltar, con la esperanza de obtener la comida que solía recibir. Sin embargo, si permaneces consistente en no reforzar la conducta, el perro comenzará a darse cuenta de que su comportamiento ya no es efectivo para obtener comida.
Con el tiempo, el perro dejará de acercarse a la mesa y pedir comida, ya que ha aprendido que su comportamiento no produce los resultados deseados.
Sin embargo, en otras situaciones, hay comportamientos que pueden ser condicionados selectivamente para facilitar su posterior extinción. Esto implicaría utilizar una señal discriminativa para indicar al animal que realice un comportamiento específico. Posteriormente, se retira gradualmente la solicitud de esa señal, lo que lleva a que el comportamiento ya no sea reforzado y, finalmente, se extinga.
Un ejemplo muy cercano de este proceso es el entrenamiento de un perro para que se siente en una señal verbal, como la palabra "sentado". Inicialmente, se enseña al perro a asociar la palabra "sentado" con la acción de sentarse, utilizando por supuesto refuerzo positivo para reforzar la respuesta deseada. Con el tiempo, el perro aprende a asociar la señal verbal con la acción de sentarse y responde de manera consistente cuando se le solicita.
Una vez que el comportamiento está bien condicionado y el perro responde de manera fiable a la señal verbal, podemos iniciar el proceso de extinción. Esto implicaría utilizar la señal verbal "sentado" con menos frecuencia y, gradualmente, dejar de pedirle al perro que se siente en respuesta a la señal. Al no recibir el refuerzo esperado, el comportamiento de sentarse comienza a extinguirse y se reduce en frecuencia hasta que finalmente desaparece.
Es importante tener en cuenta que este enfoque de condicionamiento selectivo y la extinción sólo es adecuada en manos de entrenadores expertos pero sobre todo para comportamientos que no son problemáticos o perjudiciales para el bienestar del animal. En el caso de comportamientos agresivos u otros comportamientos indeseables, se deben buscar estrategias de intervención más apropiadas y seguras.
Hay diferentes teorías que intentan explicar el fenómeno de extinción. La teoría más aceptada dice que tiene que ver con la forma en que el cerebro asocia cosas. Algunos creen que la extinción es simplemente "olvidar" (No olvidéis leer uno de nuestros anteriores artículos ¿Se le ha olvidado?) la conexión entre dos cosas: una que nos hace sentir bien y otra que nos hace reaccionar de cierta manera. Otros científicos piensan que en realidad se trata de aprender algo nuevo que inhibe o bloquea la asociación original.
¿Se ha extinguido?
Si la respuesta condicionada ya no se muestra, ¿significa realmente que ha desaparecido para siempre?.
En sus investigaciones sobre el condicionamiento clásico, Pavlov descubrió que cuando ocurre la extinción, no implica que el sujeto regrese a su estado no condicionado, sino que después puede dar lugar a lo que se conoce como recuperación espontánea, esto quiere decir, la repentina reaparición de una respuesta que previamente había sido extinguida.
En sus investigaciones sobre el condicionamiento operante, Skinner descubrió que cómo y cuándo se refuerza un comportamiento puede influir en su resistencia a la extinción. Encontró que un programa de refuerzo parcial ayudaba a reducir las posibilidades de extinción.
En lugar de reforzar el comportamiento cada vez que ocurre, el refuerzo se otorga solo después de que haya transcurrido cierto tiempo o se hayan producido cierto número de respuestas. Este tipo de programa parcial resulta en un comportamiento más fuerte y más resistente a la desaparición.
¿Qué puede influenciar la extinción?
Varios factores pueden influir en la resistencia de un comportamiento a la extinción. Cuanto más tiempo haya durado el condicionamiento y mayor sea la magnitud de la respuesta condicionada, es posible que la respuesta sea más resistente a la extinción.
Los comportamientos que están muy condicionados pueden volverse casi imposible de extinguir y pueden continuar mostrándose incluso después de que se haya eliminado por completo el refuerzo. Algunas investigaciones sugieren que la habituación también puede desempeñar un papel en la extinción. Por ejemplo, la exposición repetida a un estímulo condicionado puede llevar a nuestro animal a acostumbrarse o habituarse a él.
Debido a que se ha habituado al estímulo condicionado, es más probable que lo ignore y es menos probable que provoque una respuesta, lo que finalmente conduce a la extinción del comportamiento condicionado. Este, por ejemplo, es uno de los motivos por los que no recomendamos el uso del bridge sin ser respaldado por refuerzo, ya que un sobreuso del mismo podría dar lugar a este tipo de habitación.
En resumen, hemos aprendido que la extinción es una estrategia utilizada en el entrenamiento animal para reducir o eliminar comportamientos que fueron previamente reforzados. En Wezooit pensamos que como en cualquier proceso de entrenamiento, es fundamental considerar el bienestar y la seguridad del animal, buscando siempre enfoques éticos y efectivos para modificar su comportamiento.
Y recuerda, si se puede…Wezooit!