TEORÍA

En ocasiones como entrenadores o cuidadores, nos encontraremos con situaciones en el día a día con nuestros animales que suponen problemas comportamentales y que no siempre vamos a saber cómo solucionarlos, o mejor dicho, cómo empezar a desarrollar un plan para intentar mejorar esa situación o solventarla lo antes posible.

Cuando nuestro animal comienza a mostrar comportamientos inusuales o problemáticos, puede ser frustrante y preocupante. Algunos pueden ser más o menos importantes, sin embargo, abordar estos problemas de manera efectiva requiere un enfoque sistemático, flexible y perseverante. A continuación, en Wezooit, queremos presentaros algunos pasos prácticos para ayudaros a resolver estos problemas.

 

1. Identificar el Problema

Lo primero es reconocer que existe un problema y definir claramente el comportamiento que queremos modificar. Observa detenidamente a tu animal y anota qué hace exactamente y cuándo lo hace. Cuanta más información tengas, mejor podrás entender el problema. Por ejemplo, una beluga realiza displays de agresión hacia los visitantes en la galería de nuestra instalación.

2. Descubrir las Causas Subyacentes

Una vez identificado el comportamiento problemático, es importante investigar qué puede estar causándolo. Puede que a primera vista no sepas bien el por qué. A veces, incluso puede haber razones médicas; otras veces serán comportamentales, así que consulta con el/la veterinario/a para descartar cualquier problema de salud. Además, estudia el entorno de tu animal, su historial y cualquier cambio reciente que pueda estar causando ese comportamiento.

Volviendo al ejemplo anterior, ¿qué está causando esos displays de agresión? ¿El público? ¿Y si es una agresión diferida por una situación social desfavorable? ¿Y si es a consecuencia de un malestar físico o una sobreprotección de su cría?

 

3. Crear un Plan de Acción

Basándote en lo que has observado y descubierto, elabora un plan de acción para abordar el problema. Esto podría incluir: cambiar su rutina, proporcionar más sesiones, atención y/o estimulación mental, reducir el acceso de los visitantes a la galería o trabajar en técnicas de entrenamiento específicas, tener a un entrenador o educador en la cristalera de la instalación que mediante una buena comunicación te ayude a saber cuándo es el momento exacto donde el animal no está realizando esos displays de agresión y reforzarle en dichos momentos, etc.

En ocasiones no es necesario hacer grandes cambios, sino modificar ligeramente algunas circunstancias o situaciones de su entorno que puedan dirigir su atención o reforzar otro comportamiento diferente al que consideramos problemático.

Podréis indagar un poco más sobre este tipo de técnica, conocida como  refuerzo diferencial, en nuestros artículos  ¿Qué lleva a un animal a realizar un comportamiento? o en Agresión: explorando las causas y posibles técnicas de reducción.

 

4. Pon en práctica el plan

Una vez que tengas un plan, es hora de ponerlo en práctica. Es primordial ser paciente, constante y no perder el enfoque del objetivo final, que será reducir o eliminar el comportamiento no deseado. Recuerda que deberás ser flexible y no aferrarte a un único plan con uñas y dientes. Si tu plan es reforzar a la beluga cada vez que no interactúa de esa manera con el público, tendrás que asegurarte que el equipo conoce el plan y cómo llevarlo a cabo y tener disponibilidad de personal.

 

5. Evalúa y ajusta tu plan.

A medida que trabajas en el problema, mantén un ojo en cómo responde tu animal. Si algo no está funcionando, no tengas miedo de ajustar o cambiar tu plan. A veces, puede ser necesario probar diferentes estrategias y/o buscar ayuda de otros compañeros entrenadores que quizás se hayan enfrentado con anterioridad al mismo problema igual o similar al que debes de solucionar tu. Puede que no sea el mismo problema, que entre vosotros no habléis el mismo idioma o que tampoco habléis de la misma especie, pero siempre podrás encontrar una idea o un punto en común. Si no tienes personal o algún recurso disponible, entonces tendrás que adecuar el plan. Por ejemplo, quizás tendrás que evitar o regular el acceso a la cristalera de los clientes o el acceso del animal a esa instalación junto a la galería. E incluso, si no puedes evitar ambas opciones, quizás puedes realizar sesiones en la cristalera donde el animal puede ser reforzado interactuando con el entrenador mientras que, a su vez, los visitantes podrán ver a los animales en la galería subacuática.

6. Mantener y Prevenir

Una vez que hayas abordado el problema de comportamiento, es importante mantener las estrategias que has utilizado para prevenir una recaída o regresión. Sigue proporcionando un ambiente estimulante y asegúrate de que tu animal esté recibiendo suficiente estimulación y atención. En ocasiones una regresión es completamente normal, y quizás tengas que dar unos pasos atrás para corregir de nuevo la situación, por eso asegúrate de haber registrado bien los pasos que tomaste para solucionar el problema.

 

En Wezooit pensamos que resolver problemas de comportamiento en tu animal puede llevar tiempo y esfuerzo, pero con paciencia y el enfoque adecuado, es posible lograr buenos resultados.

No olvides identificar el problema, busca las causas, crea un plan de acción, ponlo en práctica, ajusta según sea necesario y sigue trabajando en la prevención.

 

 

 

Y recuerda, si se puede…Wezooit!